Estrés Crónico en Mujeres: Una Epidemia Silenciosa
El estrés crónico en mujeres es un desafío cada vez más común en un mundo que exige altos niveles de desempeño tanto en lo laboral como en lo personal. Este tipo de estrés, que persiste durante largos períodos, afecta no solo la salud emocional, sino también el sistema inmunológico, endocrino y digestivo, lo que puede derivar en problemas serios como la fatiga adrenal y la inflamación crónica.
Relación con la nutrición:
La alimentación desempeña un papel clave en la gestión del estrés. Una dieta rica en antioxidantes, grasas saludables y micronutrientes como el magnesio y el zinc puede reducir la inflamación causada por el estrés y estabilizar los niveles hormonales. Por el contrario, un consumo excesivo de cafeína, azúcares refinados y alimentos ultraprocesados agrava los efectos del estrés crónico.
Recomendaciones prácticas:
Incluir alimentos como nueces, semillas, vegetales verdes oscuros, pescado graso y frutas cítricas no solo promueve la salud mental, sino también la capacidad del cuerpo para manejar mejor los efectos del estrés.